5 consejos para hacerle frente a las rabietas de los niños

Cuando empiezan a crecer, los niños no sólo comienzan a descubrir el mundo que les rodea, sino que desarrollan hábitos y actitudes que sacan de quicio a los padres. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a las rabietas. Y es que, a partir de cierta edad es muy frecuente que los pequeños pataleen, lloren o tiren cosas al suelo cuando ven que sus deseos no se hacen realidad de manera inmediata.

Es completamente normal esa manera de actuar, que tiene lugar a partir de los dos años de edad y que hace que los progenitores lleguen a desesperarse por completo. Sin embargo, en ese caso, lo recomendable es que estén convenientemente informados de cómo se pueden controlar.

En concreto, estos son los consejos más importantes y útiles al respecto:

1-Explicarle

Con esto nos referimos a que los profesionales aconsejan que cuando el pequeño empieza la pataleta, hay que explicarle las cosas. Es decir, hay que mirarle a los ojos y decirle claramente que hasta que no se calme no se le hará caso. En este sentido, es también importante que cuando se le diga eso, se haga de manera firme y sin muestras de enfado.

2-No prestar atención

Cuando el niño se tira al suelo, arroja cosas, patalea o incluso se agarra el pelo, es fundamental que el padre no le preste atención. Es importante que no lo haga, pues es la manera de que su hijo aprenda que actuando así no conseguirá nada.

3-No perder los nervios

Otra de las recomendaciones fundamentales que hay que tener en cuenta es que ante la pataleta del niño hay que mantener la calma. Es fundamental que el padre o la madre tenga los nervios calmados, que no se altere y que no grite. Y es que si lo hace, su hijo se dará cuenta de que su actitud sí consigue lo esperado: que se le preste atención.

4-Ser firme

Ante una pataleta no sólo no hay que evitar perder los nervios, sino que además hay que tener una actitud firme. El niño llorará y se tirará por el suelo, lo que a algunos padres les acabará “ablandando”. No obstante, no hay que caer en eso, por más que “duela” ver al pequeño así. Y es que si se acaba haciéndole caso o dándole lo que quiere, lo que se logra es contribuir a que una y otra vez vuelva a utilizar las rabietas cuando le interese alcanzar algo.

5-Cumplir las promesas

Además de todos los consejos expuestos, los expertos coinciden en subrayar que también es importante cumplir con lo que se le comentó para que se calmara. Es decir, si se le expresó que se le haría caso cuando dejara de llorar o patalear, hay que cumplirlo cuando lo haga. Esa es la manera de que se dé cuenta por sí solo que con una rabieta no logra lo que desea, que la mejor forma de hacerlo es pidiéndolo y hablándolo directamente.